Salud bucal en el adulto mayor


¿Por qué es importante cuidar la salud bucal?

La salud bucal es parte integral y fundamental de la salud general y de la calidad de vida de las personas mayores. Una adecuada salud bucal, es decir, de los labios, dientes, encías, lengua y mucosa bucal permite masticar bien, alimentarse eficientemente con una dieta variada, hablar, sonreír, besar y relacionarse con otras personas sin vergüenza, dolor ni incomodidad.

 

En las personas mayores, los dientes se van modificando, se ven más amarillos y es más común detectar fracturas de esmalte y desgaste de los bordes de los dientes anteriores y de los cuellos de los dientes. En la mucosa que tapiza la cavidad oral se observa comúnmente varicosidades y adelgazamiento de la mucosa y labios y se puede presentar, con mayor frecuencia que en otros grupos de edad, candidiasis. Además, es habitual la caída de piezas dentarias.

 

Cabe destacar que también debido a una mala salud bucal se pueden producir patologías graves como el cáncer oral que, muchas veces, es diagnosticado en etapas avanzadas por una consulta tardía.

Cambios en la dentadura y enfermedades bucales:

 

1.- Boca seca o poco flujo salival

En personas mayores ocurre un aumento de la frecuencia de sensación de boca seca y sequedad bucal.  El tener menos saliva provoca mayor riesgo de caries, candidiasis bucal y problemas con el uso de prótesis dental. Por este motivo, las personas mayores deben cuidar aún más su higiene bucal, evitar dietas altas en azúcar y usar una pasta dental con alta concentración de flúor (5000 ppm). Deben realizarse aseos bucales eficientes y frecuentes.

 

2.- Problemas en la higiene bucal

Si no se realiza una higiene bucal diaria a la persona mayor, se acumula placa bacteriana y restos de alimentos entre los dientes y bajo las prótesis dentales, lo que aumenta el riesgo de caries, enfermedades periodontales y candidasis bucal, pudiendo presentarse sangramiento en las encías y mal aliento (halitosis). Esto último puede contribuir al aislamiento social de la persona.

El control anual con un dentista para un tratamiento de limpieza es altamente recomendable para todas las personas mayores.

 

3.- Estomatitis subprotésica o protésica

Es una enfermedad que se presenta por la inflamación crónica de la mucosa bucal bajo el área donde se apoyan las prótesis dentales (especialmente en paladar) y se asocia a un aumento de bacterias bucales y puede provocar la proliferación de un hongo llamado Cándida. Se produce cuando hay mala higiene, prótesis dentales antiguas o mal ajustadas y es más frecuente en personas que utilizan la prótesis dental durante toda la noche.

 

4.- Caries dental

Las caries dentales son la principal causa de la destrucción de los dientes y de la pérdida de los mismos. Comienza con una desintegración del esmalte, por la acción de ácidos producidos por bacterias bucales, luego la estructura dental se comienza a debilitar para luego romper.

 

5.- Enfermedades periodontales

Las enfermedades periodontales son las gingivitis y la periodontitis. Las gingivitis corresponden a una inflamación del tejido blando que rodea el diente, la encía se ve roja, levemente hinchada y puede sangrar. La periodontitis al producir una inflamación crónica, los dientes se comienzan a soltar y hasta se pueden perder. El principal factor de riesgo es un mal control de la higiene bucal y, como se ha mencionado anteriormente, enfermedades generales como la diabetes pueden acelerar su progresión. Debe establecerse una correcta higiene bucal, asociada a un cepillado adecuado que abarque toda la zona bucal, incluyendo encías, dientes, lengua, etc.

 

6.- Cáncer oral

El cáncer oral es un  tumor maligno de la cavidad bucal. Se estima que en Chile corresponde a un 1,6% de todos los tipos de cáncer del cuerpo humano. El promedio de edad de diagnóstico es cercano a los 60 años y se produce más frecuentemente en hombres. Los principales factores de riesgo son el hábito de fumar, beber alcohol, mala higiene bucal, entre otros.

¿Cómo asegurar una buena higiene bucal?

Fundamental es identificar si la persona mayor necesita o no ser apoyada para realizar una adecuada higiene bucal. Esto dependerá del nivel de funcionalidad y estado cognitivo.

Si es dependiente, requerirá de mayor apoyo, por lo cual la persona que lo cuida debe estar alerta para entregarle ese apoyo en forma diaria y en la periodicidad que se requiera. Si la persona mayor es independiente, de igual forma debe explicársele como realizar la higiene en forma correcta, dado que las características dentales y de las encías han cambiado en el tiempo.

 

Por otro lado, también hay que evaluar la evolución y estado cognitivo del adulto mayor, ya que al ir deteriorándose, el aseo bucal puede verse afectado.

 

La recomendación es establecer una rutina diaria de aseo bucal, ojala realizada a una misma hora y de la misma manera diariamente. Se aconseja que, en lo posible, sea a lo menos dos veces al día, siendo la más importante la higiene bucal posterior a la última comida del día.

Preparación para la limpieza de dientes

La herramienta más común y eficaz para el control de la placa bacteriana dental es el cepillo de dientes. En la medida de lo posible, se debe permitir que la persona mayor realice ella misma su cepillado de dientes, esto mantiene su independencia y autoestima. Sin embargo, si es necesario, el cuidador debe apoyar para obtener una técnica más efectiva o, definitivamente, que el cuidador realice el cepillado completo.

 

Si la persona usa prótesis dental, antes de cepillar los dientes, pídale que se la retire de la boca o bien el cuidador lo puede hacer. Luego que se enjuague con agua o con un enjuagatorio bucal sin alcohol y que escupa en un lavamanos, recipiente o lavatorio pequeño.

 

Si la persona mayor no es capaz de enjuagarse la boca, sin tragar, no se debe usar pasta dental o enjuagatorios bucales.

 

Si la persona no se puede lavar los dientes, el cuidador puede envolver su dedo índice con una gasa, humedecerlo con agua y utilizar el dedo para eliminar restos de comida que puedan quedar entre las mejillas, labios y encía, cambiando la gasa las veces que sea necesario. También, se puede humedecer el cepillo de dientes o la gasa que envuelve el dedo con un enjuagatorio con flúor o con clorhexidia para realizar la limpieza. El producto adecuado es el que se vende en el comercio para uso diario.

 

Cabe destacar que hay que tener mayor precaución cuando se realiza aseo bucal a una persona con un deterioro cognitivo importante, ya que puede cerrar la boca produciendo mordidas o bien tragar el objeto con el cual se ejecuta la limpieza.

 

El tipo de cepillo dental a utilizar dependerá de las necesidades de cada persona, pero siempre se debe escoger uno de cerdas suaves. Si la apertura bucal está disminuida, se debe comprar un cepillo con cabeza pequeña o los diseñados para niños que cuentan con un cabezal de menor tamaño. 

 

Cómo lavarle los dientes a una persona mayor

 

Si el cuidador va a realizar el cepillado de los dientes a una persona mayor, siempre se debe explicar qué va a suceder. La boca es una parte del cuerpo que puede provocar cierto pudor y se debe considerar la necesidad de privacidad y tiempo para lograr la confianza con su cuidador; además, existe la posibilidad de rechazo de la persona mayor.

 

El cuidador debe adoptar una actitud amigable, conversando y explicando qué está sucediendo y realizando movimientos suaves, haciendo pausas para dar tiempos de descanso, además es buena idea utilizar una música de fondo para distraer y favorecer la rutina de higiene.

 

Para realizar una buena higiene bucal es necesario que la persona esté sentada o bien acostada de lado. Si la persona mayor está sentada, el cuidador se debe ubicar a un costado y levemente por detrás, para así poder sostener su cabeza y dar estabilidad. Si la persona no se puede sentar, entonces, se le debe acostar de lado, afirmada por almohadones y el cuidador se debe poner frente a la persona, al borde de la cama.

Para evitar que la persona mayor cierre su boca o muerda, se debe usar el extremo del mango de otro cepillo de dientes ubicado en la zona de los molares, para mantener los dientes separados mientras se cepillan. Este cepillo adicional también puede ser de ayuda para mover con suavidad las mejillas y tener una mejor visibilidad. La duración del cepillado debe ser lo suficiente para alcanzar todos los dientes que hay en la boca.

 

Si la persona mayor intenta constantemente llevar sus manos a la cara, obstaculizando el procedimiento, intente darle algún objeto para que mantenga sus manos ocupadas o será necesario pedir ayuda a un tercero. Como medida de higiene y seguridad, se sugiere utilizar guantes desechables de examen para realizar la higiene bucal.

 

Para cepillar los dientes, se colocan las cerdas del cepillo de dientes en un ángulo de 45° grados sobre la encía y se realiza un movimiento de rotación y vibración suave, logrando un barrido en dirección hacia la cara masticatoria de los dientes. Con este movimiento se cepillan las superficies externas e internas de los dientes. Finalmente, se realizan movimientos de arrastre de atrás hacia adelante para limpiar las caras masticatorias de los molares.

 

Si la persona mayor no tiene dientes naturales, es desdentada total, de todos modos se deben limpiar los tejidos blandos (mucosa oral). Para esta limpieza, se utiliza un cepillo de dientes suave humedecido con agua o con un enjuagatorio bucal sin alcohol y se limpian suavemente los tejidos blandos. También puede usar el dedo índice envuelto con gasa. Sin embargo, usar el cepillo de dientes es más efectivo.

 

Recomendaciones:

  • La higiene bucal es una actividad íntima que, al ser apoyada por otra persona, puede generar vergüenza en la persona mayor, por lo que se debe hacer de forma respetuosa y en un ambiente de confianza.
  • Establezca una rutina diaria de higiene bucal que incluya limpieza de dientes, encías, lengua, prótesis dentales y tejidos blandos.
  • Para limpiar los dientes use un cepillo dental suave y pasta dental que contenga alta concentración de flúor (1.400 ppm a 5.000 ppm).
  • Para limpiar las prótesis use un cepillo especial diferente al cepillo de dientes y agua.
  • Evite que la persona mayor consuma alimentos azucarados.
  • Evite o posponga lo más posible una alimentación en base papillas, es bueno hacer fuerza con los dientes al masticar alimentos que ofrezcan resistencia como carne y frutas frescas.
  • Mantenga la boca hidratada, incentive la ingesta de abundante agua.
  • El cepillo dental debe ser individual y personal para cada persona mayor.
  • Frente a fractura de una prótesis dental, dolor o cambios sospechosos en la boca como úlceras, sangramiento o un tumor, acompañe a la persona a un chequeo dental inmediatamente.

Fuente: Manual para el cuidador ¿qué necesita saber para cuidar a una persona mayor. UC, Fundación Oportunidad Mayor y Senama, 2017.



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